Si existe alguna joya que nunca pasa de moda, sin duda son las perlas y sus diversas aplicaciones en pendientes, sortijas y gargantilla. Elegantes pero sencillas para cualquier ocasión y combinables con un sin fin de outfits.
Es una joya con pasado, puesto que siempre ha estado rodeada de leyendas, desde la antigua mitología griega que consideraban a las perlas como lágrima de dioses caídas al mar, en la cultura china, india o egipcia hasta la mitología romana que creían que Venus, diosa del amor y belleza, había nacido dentro de una ostra, como si de una perla se tratara.
Leyendas que han formado parte de la historia y han influido en nuestras tradiciones convirtiéndose en supersticiones. Una de ellas es evitar que la novia lleve perlas el día de su boda, pues por cada una de ellas derramará lágrimas de tristeza.
Sea cual sea su historia, esta delicada gema siempre se considerará una clásica, sencilla y elegante joya que reluce impecables diseños. Pero, ¿sabías que las perlas son las únicas gemas orgánicas que crea un animal vivo?
El arte de las perlas
Antes del siglo XIX, todas las perlas que se comercializaban en el mercado eran naturales. Éstas se concebían en el interior de ostras cuando, de forma fortuita, algún trocito de concha, un grano de arena o una partícula se colaban dentro del molusco. El cuerpo de la ostra como defensa depositaba en la partícula, carbonato cálcico mezclado con una proteína llamada conchiolina, llegando a formar así lo que nosotros llamamos perla.
En 1893 comenzó a utilizarse una técnica para cultivar manualmente estas perlas. Consistía en introducir deliberadamente objetos extraños dentro de los moluscos y a posteriori volverlos a introducir dentro del agua para que siguiera el proceso de formación de la gema. Sin embargo, las características de las perlas no varían. Tanto las perlas cultivadas como las producidas naturalmente por ostras son gemas valiosas.
¿Qué determina el precio de las perlas?
Lo que denota la calidad de la gema va en base al tamaño, tono, lustre, forma y, sobre todo, su ausencia de imperfecciones. Asimismo, de entre ellas, sí que existe una clasificación que compromete el precio de la gema: su procedencia.
- Perlas naturales: son muy raras y difíciles de conseguir y por tanto adquieren un elevado precio en el mercado.
- Perlas cultivadas: en su mayoría son las que se venden en las joyerías. Con los años se ha modificado el procedimiento de manera que se pueden obtener perlas son formas determinadas. El precio es menor que una perla natural, pero éste también variará dependiendo de la forma, el color, el nácar y su brillo.
Las perlas son un complemento para dar brillo a tus días. En nuestra tienda online encontrarás joyas diseñas con perlas que te harán deslumbrar.