A día de hoy, puede que muchas parejas solo piensen en adquirir la alianza a la hora de contraer matrimonio pero lo cierto es que el anillo de compromiso tiene tanto o más importancia.
¿Por qué debo regalar un anillo de compromiso?
No es solo es un detalle muy romántico para quien lo recibe, sino que además tiene una historia tan rica como bonita en tiempos pretéritos.
Además, un anillo de compromiso no tiene por qué regalarse en las inmediaciones a la boda sino que puede hacerse con años de antelación como un símbolo de confianza y amor.
Además, pensar lo contrario sería equivocarse, es un regalo que, aunque con un significado preciso y claro, no tiene por qué cumplirse. Digamos que se ha frivolizado hasta el punto de no tener un compromiso real, aunque lo ideal es que si lo tenga, al menos la intención.
En cualquiera de los casos esta tradición, que tiene tanto de cuento de hadas cómo de real, es un detalle que encantará a tu pareja y dará un poco más de magia a vuestra relación.
¿Cuál es la historia del anillo de compromiso?
No siempre se conoció el anillo de compromiso como la pieza de oro y diamantes que conocemos ahora. De hecho, el formato cambia según la cultura que lo practicaba. Sin embargo, todos tenían una simbología común; la confianza, compromiso y respeto mutuo.
Egipcios
La historia de los anillos de compromiso se remonta hasta el Antiguo Egipto, en esta civilización se llevaba a cabo este obsequio de una forma muy similar a como la hacemos a día de hoy. Los hombres regalaban el anillo a sus mujeres como símbolo de amor y para asegurarse que ellas fuesen buenas madres y amas de casa.
Romanos
No fue hasta la llegada de la antigua roma cuando cambio repentinamente el procedimiento, en vez de a la novia se regalaba al padre de la misma. Es dónde nace el concepto de “pedir la mano”, un cambio sociológico que anteponía al padre como dueño de su hija. Posteriormente en el siglo II a.C, también en Roma se comenzó a dar un anillo tanto al padre como a la hija, sin embargo el segundo tenía forma de llave y permitía abrir el baúl de la familia de su futuro marido, donde se hallaban sus bienes más preciados. Aquí también nace el concepto de “Dote”.
Judíos
Fue posteriormente cuando los judíos comenzaron a utilizar también anillos, pero estos eran de un tamaño desproporcionado. De hecho se dice que eran propiedad de la Sinagoga y estos se convertían en un ornamento de la misma a posteriori.
Cristianos
Consecutivamente los Cristianos, concretamente en el siglo III también los tomaron como algo necesario en sus nupcias. Sin embargo, el clero no lo veía con buenos ojos ya que era muy importante el voto de pobreza así que no fue hasta el siglo XIII cuando se instauraron definitivamente.
¿Por qué el anillo adquiere concepto de la Eternidad?
Pero, ¿Por qué esta costumbre sigue siendo un remanente? Una cosa está clara, un anillo no solo significó compromiso, confianza y amor. Tomó una nueva ruta con el nacimiento de todo lo que significa arte y belleza con el paso del tiempo. Tomó el concepto de “Eternidad”.
Con el nacimiento de Petrarca y el amor romántico se comenzó a creer necesariamente en que el amor verdadero es para siempre, por eso entro en escena el famosos diamante.
“A Diamond is forever…”
El diamante es una piedra que por su dureza y pureza es casi indestructible, es por eso que comenzó a relacionarse con lo que significaba el compromiso. Es por eso que en 1947, France Gerety, de la agencia de publicidad N.W. Ayer & Son creó uno de los slogans más famosos de la historia y del siglo XX “A diamond is forever”, ganando numerosos premios y ayudando a la venta de tan preciados anillos.
Pues bien casi un siglo de propaganda han hecho que casi el 78% aproximadamente de los anillos de compromiso sean de diamantes, cosa que ha hecho que regalar un anillo de compromiso un símbolo de compromiso sino también de esfuerzo, lujo y belleza.
¿Y tú? ¿Vas a regalar un anillo de compromiso?