El valor de una joya va mucho más allá de su valor material. Las joyas pueden ser elementos simbólicos de gran valor sentimental e incluso convertirse en legados familiares que se heredan de una generación a otra. De ahí la gran importancia de su conservación.
Sin embargo, limpiar joyas puede ser un proceso que en ocasiones nos asuste un poco, por la delicadeza de los materiales y por miedo a dañar las piezas. Conocer el método correcto de limpieza según el material de nuestras joyas nos ayudará a conservar su belleza y hacer que perduren como nuevas durante mucho tiempo.
Antes de entrar en el proceso de limpiar joyas propiamente dicho hay una serie de premisas que debemos tener muy presentes. No debemos olvidar que vamos a limpiar lo que seguramente es uno de nuestros bienes más preciados y valiosos, así que debemos llevar mucho cuidado y llevar las siguientes precauciones.
Antes de lavar nuestras joyas:
- Debemos revisarlas detenidamente para ver su estado y no debemos intentar limpiar aquellas piezas que tengan piedras flojas pues podremos provocar que se caigan durante el proceso. Es mejor llevarlas a reparar con anterioridad.
- Si vamos a usar nuestro lavabo para la limpieza debemos asegurar bien el tapón, no vaya a ser que alguna pieza termine en el desagüe y tengamos que darla por perdida.
- Debemos utilizar un cepillo de cerdas muy suaves para frotar las piezas, evitando que sea un cepillo de dientes, que suelen ser más duros. Y sobre todo, utilizaremos materiales nuevos que no pueden haber sido usados antes con materiales abrasivos y que puedan tener residuos.
- Al secar las joyas con paños no debemos hacer fuerza o podemos dañarlas. Siempre con suavidad.
- Limpiar joyas con mucha frecuencia puede dañar los materiales y conseguir el efecto contrario al que buscamos. Con una vez al mes será suficiente.
Como limpiar joyas de oro:
Para que el oro vuelva a recobrar su brillo utilizaremos un litro de agua con un poco de lavavajillas y unas gotas de amoniaco. Con las joyas sumergidas en el agua las frotaremos suavemente con un cepillo de cerdas suaves. Debemos enjuagarlas con más agua tibia limpia y dejarlas secar al aire.
A evitar: lejías, blanqueadores o cloros decoloran el oro.
Como limpiar joyas de plata:
La plata es un material muy suave que se raya fácilmente. Por esto es aconsejable no utilizar ningún producto jabonoso para su limpieza. Simplemente mojándolas con agua y frotándolas son suavidad con un paño conseguiremos que la plata brille sin dañarla.
Cómo limpiar diamantes:
Debido a su gran resistencia, los diamantes puedes ser limpiados con un cepillo humedecido en agua jabonosa para un mantenimiento básico. Pero si lo que pretendemos es limpiarlos a fondo podemos dejarlos a remojo en agua tibia con ¼ de taza de amoniaco. Transcurridos unos 20 minutos podremos frotarlos con suavidad con el cepillo y los enjuagaremos con agua tibia limpia. Para secarlos será suficiente con un paño de papel.
Cómo limpiar perlas:
Para la limpieza de perlas usaremos ¼ de litro de agua con una cucharada de detergente de lavadora, pero no es recomendable sumergirlas directamente sobre todo si se trata de un collar montado en hilo, pues podría deshacerse. Deberemos frotar de forma individual cada perla con un paño de algodón humedecido y dejarlas secar al aire.
Sea cual sea el tipo de joyas que tenemos debemos siempre evitar bañarnos o ducharnos con ellas puestas y por supuesto también lavar con lejías o químicos. Debemos recordar siempre el valor que tienen estas valiosas posesiones y cuidarlas. Con una correcta limpieza podrán durar para siempre.